sábado, 10 de noviembre de 2012



UN RATO DE TELE: EL DELUXE EN QUE VÍCTOR SANDOVAL SE DICE PUTA


Iba Víctor Sandoval al Deluxe a contar sus ocho vidas, ninguna de las cuales fue ejemplar. Con la ayuda del instrumento psicológico y paranormal de la regresión, a Sandoval lo iban a llevar más allá de la infancia. Lo no consciente de Sandoval, el légamo freudiano, ya nos lo conocíamos de cuando La Caja, así que ahora tocaba regresión, que es hipnosis más reencarnación. El Sálvame, para que no se diga que todo es destruir, está fomentando un animismo catódico de corte aborigen en España. Igual te llevan a una médium para que Paquirrín hable con su padre, que nos descubren que Víctor fue puta en una terma romana, pupila dickensiana, cuidadora de ancianas en Amsterdam… Fue siempre mujer salvo en una vida en la que fue negro en un barco lleno de marineros, que tampoco es poca cosa:

-Moriré puta, vieja y sola.

Víctor la verdad es que siempre ha sido muy psiconauta, pero lo de ayer fue lo más. En estado de regresión, Víctor hablaba muy quedo, muy bajito y suave y aunque al principio dejaron claro que “regresado” sólo contestaría al hipnotizador, en una pregunta respondió a Jorgeja, que no podía reprimir la risa. A veces, sin embargo, el presentador miraba a Sandoval con indisimulado placer. No podemos olvidar que hace no demasiado tiempo Víctor era su rival y ayer lo tenía postrado, a su merced, confesando ser una puta inmemorial.

Víctor habló de su araña, que la araña de Víctor ya es como la pulga del cuplé, y despertó con una especie de antiparraque, de parraque pasado al revés. Dio un respingo y comenzó a mover los ojos en círculo, algo pavoroso, entre Pajares y Marujita Díaz, mientras exclamaba:

-¡Qué luz! ¡Mucha luz!

Con paso vacilante, un alma con ocho cabezas psíquicas abandonaba el plató en el que había entrado como un solo ser, si bien algo esquizoide. Y como en los boleros, parecía estar contando que para llegar a ti, para llegar a Nacho Polo, habían sido necesarias ocho vidas. Ocho vidas desventuradas cruzando los siglos para llegar a esto, al desamor. Claro que:

-¿En quién te gustaría reencarnarte?

-En Makoke

Y encendido acusaba el golpe Matamoros, que iba en un traje Chicago al que sólo le faltaba la metralleta de complemento (traje de mafioso banquero, banquero mafioso… hay un punto exacto en que el traje a rayas pasa de una cosa a otra).

Después, contando casi tantas vidas como Sandolval, estuvo Jimmy Giménez-Arnau pasando el polígrafo. Jorgeja ya no entrevista, les aplica el polígrafo directamente. Durante horas, Jimmy habló de sexo y volvió a la obsesión recurrente del Marqués de Villaverde, a cuyo espíritu, la verdad, podrían darle alguna vez derecho a réplica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario