martes, 4 de diciembre de 2012



LA ENÉSIMA BELÉN

Bajó Belén las escaleras estelares del Deluxe con Coldplay de fondo, como si llegara de una charla psicológica de Guardiola. En el plató se habilitaron filas para más público, creando una dimensión teatral en el Sálvame, que de alguna forma con Belén recupera su lado más humano, cálido e imprevisible, pues el dominio del Eje del Mal estaba deparando una tele fría, maledicente y dura. Belén, rubia deshecha con mirada de Lady Di (croátide que aguanta cualquier plano), es más importante de lo que pensábamos. Aporta emoción y entraña, es materia televisiva pura, ascua, lágrima y hasta humor rompedor y era, en sus mejores momentos, otra diabética acelerada. El viernes presentó nueva psique y casi otra figura. Con casi 15 kilos encima parecía Rosa Benito y hasta la voz le sonaba distinta. Guapa, pero algo gruesa para todos los días, que diría Ruano. Los últimos años han sido un converger de la Benenito y Belén, ambas en similares tesituras, una con isla y otra con problemas, pero las dos rompiendo con el marido. “Soy adicta a la vida”, reconoció pletórica Belén con Adele de fondo sentimental. Dejó claro que el problema de su vida no era Aurelio Manzano, sino alguna adicción y con ella quizás pase como con Carmina, que nunca se sepa del todo. Con Belén se ha bordado el eufemismo muchos años.
 El viernes fue ringtopic y rompió el share porque además presentó su ruptura definitiva con Fran. Su rollo Burton-Liz Taylor no podía durar y parece que él amenaza ahora con piarlas por los platós, pero lo tiene crudo porque Belén ya le habló el viernes mirando a la cámara como hablaba a Jesulín. Su desamor es un hecho y ella ha cambiado el Bar Rasca por el Bar Mosquis, donde irá con sus tres amigas rubias e idénticas, un poco Supremas de Móstoles, a tomarse el cafelito con leche y hablar del bachillerato de Andreíta.
   Belén ha decidido hacer caso a Turgueniev cuando recomendaba no tratar de decir la última palabra y los viernes pasan de la tele ansiolítico a una tele tranquila en que ya sólo queda esperar un novio para esta Belén jamona.

(LAGACETA, 5-XII-12)

1 comentario:

  1. Hay que tenerlos cuadrados para arrejuntarse con esa cosa llamada María Belén Esteban Menéndez.

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