LOS
PIGMEOS Y LOS MINEROS
La
Fundación del Madrid y una ONG se han ido a Camerún a preocuparse por los
pigmeos. Según rezaba la noticia, su pequeña estatura provoca que en ese país
se les considere una minoría socialmente discriminada, con la consiguiente
merma de derechos. Los pigmeos siempre han sido para nosotros una felicidad
antropológica porque vivían ajenos al concepto de ser bajitos. Ahora, las
oenegés van a descubrirles que en realidad lo son y a redimirles por no tener
los derechos que jamás tuvieron.
Lo
cierto es que más que su altura, lo problemático es su condición de
desplazados. Han sido expulsados de los bosques por la explotación agrícola,
maderera y minera y se han quedado sin el mundo que habitaban.
Coincidiendo
esta preocupación por los pigmeos con la marcha negra y las reivindicaciones
obreristas de la minería española (la cohetería astur contra los helicópteros
de la Guardia Civil quizás sea la primera evidencia de “lucha obrera” de mi
generación), lo anterior da que pensar, porque los pigmeos son en cierto modo
víctimas de la minería africana indiscriminada e incluso en algún caso han
tenido que acabar como mineros ellos mismos. Y tiembla uno imaginando a los
pigmeos en inmensas minas escuchando los sones quejicosos de un Victor Manuel
polifónico y zulú.
A
los pigmeos los echa la minería y se mueren étnicamente; los mineros no pueden
seguir con su minería subvencionada, y perecen en tanto mineros. ¿Y
si se fuesen los mineros asturleoneses al África y los pigmeos poblasen los
montes del norte?
Nos
duelen los pigmeos, pero también nos duelen los mineros y en esto hay una
colisión de sensibilidades y redentorismos, una característica de nuestro
tiempo, que se quiere condoler por todo y no alcanza y a veces produce una
contradicción de sensibilidades y compunciones, como llorar en el entierro del
asesino y en el del asesinado; porque ¿no son en realidad los mineros como unos
nuevos pigmeos asturianos que ven morir el mundo que fue suyo? pero a la vez…
¿no son los pigmeos víctimas inocentes de unos mineros barreneros de allí?
Yo
trato de estar al día con comprometida sensibilidad, y sufro por el pigmeo y
maldigo los intereses de la minería africana, pero luego me solidarizo con el
minero español, al que ya veo con otros ojos, porque lo veo un poco pigmeo y
realidad muriente y vislumbro que los redentores del pigmeo quizás están
honrando también a su abuelo, como Victor Manuel, porque si me imagino a mi
abuelo en taparrabos me doy cuenta de que era talmente un pigmeo menos oscuro. Cuando
pensamos en nuestro abuelo, somos todos colonos románticos.
Victor
Manuel cantó al minero, sobrepasando la conformidad del minero de Antonio
Molina –minero de buen conformar de la sociedad paternalista-. Y Aute les cantó
Al Alba, certificando con ello su ocaso inevitable. Los pigmeos ululan también
su gritería de siglos por última vez, y cabe preguntarse si cuando nos
empecinamos en permanecer contra toda evidencia, no estamos siendo un poco como
los pigmeos o como los mineros.
(LAGACETA,
13-VII-12)
¿Cuando pones LAGACETA significa que se ha publicado o es una manera de autoconvencerte que escribes en ella porque te dan un espacio en el bloj?
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