EBONY
AND IVORY
Algo
debimos sospechar cuando Gasol y Kobe Briant nos daban el tostón durante las
Olimpiadas compitiendo por ver quién era más amigo de quién:
-Te
quiero, amigo.
-¿Cómo
que amigo? Tú eres mi bro.
No
lo sabíamos entonces, pero estaban presentando su candidatura al Prince of
Asturias. Era una amistad un poco fatigosa, como las amistades de las escuchas
telefónicas, porque es en las escuchas donde se percibe claramente la
pornografía de la amistad:
-Te
quiero un huevo, tío. Lo nuestro es muy bonito.
Eso
de que lo suyo es muy bonito lo pueden decir Íker y Xavi, que son amigos, ya lo
sabemos, nos lo dirán, que no tendrán nunca el balón de oro, pero que mira por
dónde, oyes, pueden decir muy alto que son amigos. ¿Y de quién es amigo
Cristiano? Como en el colegio o en el patio de la cárcel, en la vida actual hay
que tener un amigo. Sólo los Bretones no tienen amigos. Buscarse el amigo es
fundamental.
Nadie
hizo más por visibilizar la amistad moderna que el Un, Dos, Tres. Cuando Mayra
presentaba a los “amigos y residentes” nos hacía entener lo amplia que podía
ser la amistad. Todos tenían un aire conyugal o inverosímil, pero eran amigos.
Pues ahora el fútbol es como el Un, Dos, Tres y la UEFA es Mayra y Cristiano es
la Ruperta.
Íker
y Xavi sellaron su amistad, su amistad de no residentes, tras la Eurocopa,
comiendo un potaje o unas croquetas en casa Casillas, porque un amigo no es
amigo si no lo ve la madre y le da el visto bueno. Yo entonces me acordé de los
amigos de Íker, los que enseñaba en los anuncios de cervezas. Sus amigos de
Móstoles. ¿No se irían a enfadar si Íker hacía otros amigos y encima los paseaba?
Tras ser más de Móstoles y más normal que nadie, Íker ha empezado a hacer
amigos en La Masia y puede tener más de un millón de amigos, porque… ¿qué
sucede si le da por hacerse amigo de los del Bayern?
Íker
vence al rival y luego, perverso, se hace amigo suyo y Schwesteiger ya está
tardando en irse de mahous con él. Porque ¿qué es un individuo moralmente
saludable? El individuo de la caña en el anuncio. Y si hay tipos que te roban a
la mujer, Íker, si no se está atento, se hace amigo de toda tu pandilla.
Decirse
amigo da tanta vergüenza que sólo se dice de copas, pero ahora salen Xavi e
Íker, Xavíker, y hacen gala y hasta aceptan un galardón por ello. Lo ha dicho
Blatter: “Xavi e Íker ponen su amistad por encima de todo”. Los Príncipe de
Asturias no han premiado a un deportista, ni una rivalidad, sino una amistad.
El viejo dicho de que en la cancha no hay amigos se lo acaban de pasar por los
guantes de parar: en la cancha ya hay algo por encima del gol, del resultado,
la gloria y el espíritu del juego: una amistad. En una sociedad tan inmoral,
qué mormones se han puesto con el fútbol.
En
la entrega de premios sonará Ebony and Ivory de McCartney y Stevie Wonder.
Subirán al estrado together in perfect harmony, acompasados, jugando al burro o
¡con los niños de la UEFA de la mano! ¿Pero acabarán como Madonna y Britney
Spears en esa otra gala inolvidable?
(LAGACETA,
7-IX-2012)
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