REAL
MADRID,0-VALENCIA,0. MI VERDAD
Antes del partido,
en el Bernabéu sonaba el nessun dorma, por si no fuera poco solemne el himno de
Plácido. Cualquier día ponen el Así Habló Zaratustra de Strauss.
Íker calentaba
muñecas con movimiento de sevillana manca.
El realizador
buscaba chavalas guapas entre el público, y ellas buscaban el Muslo de
Cristiano. Que con el muslo se va a quedar el madridismo este año.
Mourinho comparecía
con una prenda rara, entre el plumífero y la gabardina, un anorak largo y gris,
como una gabardina deportiva para él, que es el Humphrey Bogart del fútbol.
El Madrid salía con
todo lo que le gusta al Movimiento. Cristiano, özil y los dos nueves. Sólo
faltaba Granero. Este equipo ataca de una forma extraña, de un modo que exige,
para la perfecta ejecución de la jugada, que al menos haya una dejada de tacón
en cada una. El Madrid es una diagonal desencadenada de Cristiano y otra
diagonal de Benzema, y se juntan en Özil. EL alemán y Benzema hablan un idioma
propio, zurdos, sigilosos y escuetos. Parece que de niños sus padres los
llevaron a ballet.
Higuaín hace un
fútbol de signos de puntuación, de silencios, de desmarques, pero ha perdido
autoridad ante la portería y capacidad con el balón.
Los ultras, radicalísimos,
cantaban por Tony Ronald y el Madrid llegaba con un disparo de Cristiano que
conmocionaba el estadio. El Valencia respondía con Feghouli, con estirada de
Casillas, que de amarillo y con palomitas parece un aspirante a superhéroe.
El Valencia estaba
bien plantado en el campo y Emery enseñaba las encías en la banda. Sus jugadores
perdían tiempo ya en el minuto trece de la primera parte, como si se jugasen
una liga.
El Madrid atacaba
con argumentos livianos, personalistas, con mucha elegancia de Benzemá, que en
alguna ocasión, ante el marcaje individual (ay, Nagore) a Alonso, se convertía
en el conductor del juego. El Madrid atacaba con diagonales que eran como
envíos de la western unión y en una de ésas el locutor dijo que el Madrid tenía
“la diagonal abierta”, como si fuera una femoral.
Ricardo Costa tiró
al palo. Iker volvía a volar en el aire como una abeja maya.
El Madrid se partía,
táctico flato, y en el centro del campo cabía un 15M de acampada. EL locutor de
nuestros pecados, claro, vibraba: -¡Memorable! Decía al finalizar la primera
parte, pues buen fútbol es cuando gritan las señoras. Si sería correcalles el
Madrid que en una jugada narró “una recontra del equipo blanco”. El Madrid
tacaño de Mourinho había inventado la recontra, que es como el
recontrasoponcio.
En la segunda parte
salió el Pipita, que se ha desmourinhizado con Mourinho y entraba Di María.
-Di María, ¡madre
mía!
Era el verso que se
escuchaba ante el televisor.
Tino Costa chutó a
la cruceta. Un ser ingrávido amarillo brillaba en los flashes.
Salía Kaká también,
con su fútbol cortés, y Callejón, que es la proyección canallita de Arbeloa.
El centro del campo
del Madrid era… ¿qué era ese centro del campo? Alonso aparecía en las jugadas
como si fuera un jugador de cricket. Él y Khedira trotaban como caballos de la
feria de abril.
Nuestro narrador
dijo que Ricardo Costa intentaba hidratarse y yo me imaginé al valencianista
poniéndose una crema.
Pepe, que es James
Coburn, estaba entre el loqueo y la exhibición, siempre en ese filo suyo
tan sublime.
Güaita paraba dos
goles cantados, Di María era el solista absoluto del Madrid en un zafarrancho
en el que faltaba (si, Mou, sí) el Pipita.
LO intentaban todos
y hasta lo intentaba Arbeloa, cuyo disparo fue denominado centro-chut. Uno se
preguntaba por qué injusticia el chut del lateral siempre se degrada a
centro-chut.
Qué será exactamente
un centro-chut, me preguntaba yo, con la intención de focalizar la desesperación en un punto
concreto.
- Antes del partido, en el Bernabéu sonaba el nessun dorma
ResponderEliminarcomo siempre
- un modo que exige, para la perfecta ejecución de la jugada, que al menos haya una dejada de tacón en cada una
je je
- en el centro del campo cabía un 15M de acampada
jaja
Y Pepe... yo ya no puedo con él. Creo que oportunidades ha tenido de sobra para enmendarse. (Arbeloa ha estado magnífico en Tuiter, por cierto, todo un compañero).
Mr Burton