Berlusconi
ha vuelto a llevar la tía buena al centro del ring político. Un Partido ya no
será de Progreso, de la Libertad, o de la Democracia, será el Partido de la Tía
Buena. Destruido el estado de bienestar y el sueño de la renta per se, qué
aspiración más humana y general queda que la maciza. La nueva utopía es el
bunga-bunga de Berlusconi y para mí es el grito más decidido contra el
nihilismo. La alternativa europea al nihilismo es la bacanal del cavaliere.
Berlusconi tiene una dimensión moralizadora y civilizatoria y su personaje
homenajea a los mejores cómicos de su país, pues es un político sin gamonedas,
sin delicuescencias, sin la cursilería mostrenca del sglo XX. Es un político de
realidades, de carnes prietas y un político post-fútbol, que es un bananerismo
anterior. Además, el recurso a la jamona disloca la retórica política actual y puede
que la acabe vigorizando. Ante la tía buena, el verbo se tensa y se hace
lírico, la camisa se plancha, el pelo brilla y el pecho se saca. ¿No será
joseantoniana la política así? Hay que insistir: hay un idealismo y un proyecto
en la jamona. En España, mientras, rige la Paridad, que es ir contando tías. En
cualquier reunión más o menos oficial hay que contar las titis y si son menos
de la mitad toca dispersarse y buscar más. Esta ley, en realidad, es un
cherchez la femme, como todo en la vida. Yo voy a los restaurantes y me
distraigo contando el número de mesas que incumplen la ley paritaria, porque toda
ley nos hace o comisarios o vulneradores de ella. Toda ley acaba siendo una
decantación de la realidad.
"La alternativa europea al nihilismo es la bacanal del cavaliere."
ResponderEliminarSí, bueno al menos le gusta algo, ¿no? ¿O es que vuelve a necesitar algo..?